10 de Agosto, 2023
Parece un delito insignificante, pero con el correr de los meses se volvió un gran problema para la Policía, ya que se cuentan de a cientos las víctimas de los «roba focos», que en su afán por quedarse con las luminarias, muchas de ellas de alto costo, provocan serios daños en farolas y plafones, y a pesar de que sus acciones quedan registradas en cámaras de seguridad, una vez atrapados vuelven a salir de la comisaría tras solo horas de arresto.
El martes, entre las 20 y las 22 ocurrieron los ataques. El primero fue en la esquina de calles Sicilia y Benavides, del barrio Apipé, a solo tres cuadras de la Comisaría 9 y bajo la lluvia.
El segundo ataque, perpetrado por otro par de delincuentes, sucedió en el barrio Molina Punta, en la zona conocida como «Nueva Valencia», por calle Josefina Conte y Río Dulce, a cuatro cuadras de la comisaría 17. «Son los mismos que todas las noches salen a hacer daño en las casas y también los que escalan nuestras rejas para ingresar a robar en nuestros hogares», explicó una damnificada en contacto con diario época.