Orlando Bertoni, Jefe de Operaciones de Defensa Civil, dialogó en los estudios con Radio Dos por medio del programa Antes Que Se Imprima. Resaltó la ayuda solidaria de todo el país y agradeció el apoyo constante del gobernador Gustavo Valdés. «Estamos en una situación mucho más tranquila por las lluvias», comentó.
11 de Marzo, 2022
La superficie afectada por los incendios en Corrientes al 27 de febrero pasado abarca 1.042.514 hectáreas, lo que implica que el 12% de la provincia se encuentra alcanzado por el fuego. Los datos surgen del tercer Informe Oficial emitido por el Grupo de Recursos Naturales del INTA Corrientes.
«La alerta por la sequía continúa, pero fuego no hay, por eso estamos en una situación mucho más tranquila», precisó. «En caso de que siga la prolongación de la sequía, el agua seguirá siendo escasa», adelantó. En relación al inicio de año, explicó que «los fuegos siempre son críticos, sean forestales o de campo». Y recordó que «fue muy difícil contener todos los focos que se desataron al mismo tiempo».
Los incendios nos dejaron mucho para aprender
«La ayuda de los brigadistas fue esencial para nosotros porque la situación nos superó», indicó Bertoni. Y agregó: «Tenemos personal capacitado, de igual forma falta más preparación». Bertoni contó sensiblemente emocionado que en la lucha contra los incendios «muchas personas se quebraron, al no poder contener el fuego en la línea». Y agregó que prácticamente «fue una guerra». Y en ese marco, contó: «Había que salvar vidas, no teníamos tiempo para pensar mucho».
«Siempre hay que trabajar, más que nada en los Municipios. Agradezco el acompañamiento del gobernador y de todos los funcionarios», resaltó Bertoni. Asimismo, sostuvo que «muchos querían ayudar, pero nadie estaba capacitado».
La cantidad de incendios hizo que el recurso humano no dé abasto
«Por eso es importante que la sociedad sepa que no hace falta ir a apagar el fuego», resaltó. A modo de ejemplo, dijo que a veces «es más esencial llevar comida para los cuarteles para trabajar en la logística y no ir de bermudas y ojotas a la línea de fuego».
Si bien las precipitaciones lograron aliviar la situación, el sector productivo sufrió pérdidas económicas por más de 60 millones de pesos. Y en Corrientes -aún- no desapareció el temor.