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Debido a la pérdida de empleo que afectó a muchos hogares, aumentó la demanda de asistencia alimentaria. Vecinas se acercaron a ofrecer sus casas para que en cada barrio se pudiera brindar este acompañamiento a las familias.

El pasado sábado, representantes del Ministerio de Desarrollo Social se reunieron con el personal de los 16 comedores y merenderos de San Luis del Palmar, para diagramar el trabajo articulado este año. 
De la reunión estuvieron presentes el director de Seguridad Alimentaria, Lucas Carballo, junto al diputado provincial, Manuel Ignacio Aguirre, para felicitar por el acompañamiento a las familias durante los 11 meses de pandemia. 

ASISTENCIA

La delegada local de Desarrollo Social, Roxana Encinas en diálogo con EL LIBERTADOR comentó que «cuando en marzo comenzó la pandemia, en San Luis del Palmar se contaba con seis comedores, pero la situación se fue agravando cada vez más en cuanto a lo que era asistencia alimentaria, porque muchas familias perdieron sus trabajos». 
«Las personas que dependían de un trabajo en la ciudad no tenían transporte y todos aquellos que tenía un trabajo precarizado. La gente tuvo la necesidad de una asistencia alimentaria básica, y las escuelas, que eran otros sitios de contención, estaban cerradas. Esos niños y esas familias recurrieron a los comedores», contó. 

EN PANDEMIA

De lunes a sábado inclusive, se prestó asistencia alimentaria a través de un sistema de viandas y también a los aislados de manera preventiva en sus hogares. Por semana se entregan 9.000 raciones en merenderos y 6.050 en comedores.  
Actualmente, están en funcionamiento casas de familia que funcionan como comedores, merenderos o ambos, repartidos en todos los barrios y cercanías rurales: Santa Librada, Sagrado corazón de Jesús, Santa Lucía, San Jorge, Virgen de Guadalupe, Virgen de la Merced, San Cayetano, San Expedito, María de Itatí, Medalla Milagrosa, Virgen Inmaculada, Dos corazones, Sagrada familia y Virgen de Itatí. 
El trabajo no se discontinuó en ningún momento de la pandemia, pese a que las encargadas de los comedores tenían la opción de no prestar su servicio por la situación que se atravesaba, ya que se exponían a contraer la enfermedad. Manteniendo el cumplimiento de todas las normas de prevención, continuaron recibiendo familias. 
«Una vez más se vio que el sanluiseño es generoso y solidario por naturaleza. Se acercaron, ofrecieron sus casas, pidieron por sus barrios, y por eso pasamos de seis a 14 comedores», contó Encinas al agradecer el esfuerzo de las cocineras. 

APOYO PROVINCIAL

El agradecimiento se extendió especialmente al gobernador Gustavo Valdés, quien contó que al plantearla la creciente demanda en la localidad, le mostró su entero apoyo. 
Sobre este punto, manifestó: «Ante un gobierno municipal ausente en todos sus sentidos, el Gobierno de la Provincia dijo presente una vez más en San Luis del Palmar y no bajó los brazos en ningún momento».
Desde de la delegación de Desarrollo Social, durante toda la pandemia se asistió con alimentos en seco, frutas, pan y leche a las personas aisladas preventivamente. Fue un trabajo conjunto con el hospital local, quienes a través del Call Center recibían el pedido de la persona aislada, y desde la delegación se ponían en contacto.
«Cumpliendo con el protocolo sanitario, se dejaba en la puerta o en la vereda de su casa, dando aviso por teléfono para que pudieran retirarlo. Cada 72 horas durante los 14 días de aislamiento, el Gobierno se encargaba de la asistencia alimentaria», destacó.  

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