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15 de Agosto, 2023

Dos hombres sospechados como posibles partícipes del asalto a mano armada en contra de un matrimonio, ocurrido el viernes en la localidad correntina de El Sombrero, están bajo investigación policial.

Ambas personas son habitantes de la zona y podrían tener vinculación «directa» o «indirecta» en el atraco en el que tres hombres sustrajeron alrededor de un millón de pesos en efectivo.

RASTROS DE SANGRE A CAUSA DE LOS GOLPES A UN HOMBRE.

En tanto, una de las víctimas brindó ayer su testimonio, a través de una entrevista concedida a Radio Dos. Se trata de María, quien junto a su concubino sufrieron amenazas de muerte y golpes.

Tal como diario época lo reflejó en su edición dominical, el atraco se produjo en un barrio abierto, situado a la vera del kilómetro 1009 de la Ruta Nacional N°12, a unos 25 kilómetros al sur de la capital de la provincia.

De los tres autores del robo tipo comando, uno mantuvo una comunicación telefónica con un presunto «entregador».

Según María, ese delincuente hablaba por teléfono con alguna persona «que les decía dónde teníamos el dinero».

Acerca de sus sospechas, la mujer fue clara en manifestar que «los únicos que estuvieron acá fueron los albañiles».

La vivienda está aún en construcción y los obreros «sospechosos» trabajaron hasta unas semanas.

La mujer, bajo tratamiento médico y ante diversos problemas de salud, explicó ayer que ahora «desea irse» del lugar por temor a un nuevo embate delictivo.

El dinero sustraído era parte de la venta de una casa concretada hace más de un mes. Aquella operación llegó a conocimiento de los autores del asalto.

«¿Dónde está la plata? Sabemos que vendieron la casa y acá tiene que estar la plata», dijeron en repetidas ocasiones, apenas irrumpieron en el domicilio aquel día, cerca de las 19:30, en el barrio denominado como Aires de Campo.

Como consecuencia de algunos golpes, el concubino de María resultó lastimado en la cabeza. Ella, en tanto, sufrió lesiones leves, producto de ataduras con cables y sábanas.

De acuerdo al relato de las víctimas, uno de los desconocidos golpeó las manos con el pretexto de pedir agua. A su encuentro salió el dueño de casa sin saber que estaba frente al inicio de un asalto.

Apenas estuvo de frente al desconocido, fue sorprendido por otros dos hombres con capuchas y barbijos colocados. Uno de ellos portaba un arma de fuego con la cual, además de apuntarle, la utilizaron para propinarle un golpe en la cabeza.

Una hipótesis señala que los tres delincuentes llegaron en algún vehículo que habrían estacionado a la vera de la ruta, no muy lejos del acceso al barrio.

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