29 de septiembre, 2022
El Paso Caá Guazú a orillas del río Corriente, a ocho kilómetros al noroeste de la localidad de Chavarría, fue el escenario donde hace de más de 180 años se libró una de las batallas más importantes para Corrientes: la batalla de Caá Guazú, ocurrida el 28 de noviembre de 1841.
Este sitio, ubicado a 194 kilómetros de la capital correntina y también en el corazón de los Esteros del Iberá, es ahora el lugar donde el Municipio y la Provincia comenzaron a trabajar en su revalorización histórica y turística.
Según informó el intendente de Chavarría, Juan Mazzoli, esta semana arrancaron los trabajos para erigir en el lugar un nuevo monolito -el que se encuentra allí se instaló al cumplirse el centenario del enfrentamiento y está muy deteriorado-, además de la construcción de un muelle y un mirador. Inclusive confirmó que la próxima semana se avanzará con la restauración de un inmueble en la zona urbana de Chavarría, donde funcionará un museo sobre el histórico combate.
En ese inmueble llamado Casa Mohalem, por el apellido de la familia que la habitó y regenteó, funcionó un almacén a partir de 1950. Sin embargo, tienen datos de que en 1913 existió otro almacén pero del cual no quedan registros, salvo una mención especial. Pero más allá de eso, el proyecto provincial busca transformarlo en un espacio cultural para exhibir cómo era la vida social y comercial del pueblo, cómo funcionaba un comercio de tales características, pero también el proyecto prevé que sea un museo referido a la batalla del siglo XIX.
Según adelantaron, en ese lugar proyectan exhibir maquetas que recrearán la batalla, réplicas de las vestimentas y hasta objetos que pobladores de la zona conserven de ese acontecimiento histórico. «Está prevista una cruzada especial para que habitantes puedan donar o ceder en comodato elementos de esa época, a fin de que la comunidad en general y los turistas puedan observarlos en el museo», afirmaron desde la gestión del intendente Juan Mazzoli.
El próximo 28 de noviembre se conmemorarán 181 años de la batalla de Caá Guazú, en la que triunfó el Ejército correntino, al mando del brigadier José María Paz y compuesto por novatos y un grupo de 350 hombres que formaban las reservas. Se enfrentaron al ejército del poderoso gobernador entrerriano Pascual Echagüe que respondía al poder de Juan Manuel de Rosas para defender la autonomía provincial.
La batalla de Caá Guazú («yerba grande», en guaraní) fue una de las más encarnizadas entre unitarios y federales, de las tantas libradas durante las guerras civiles argentinas.
El ejército de Paz estuvo compuesto en su mayoría por chicos de entre 15 y 16 años que nunca combatieron y que jamás tuvieron una instrucción para esa invasión, pues muy pocos hombres con experiencia en combates quedaron en la provincia como consecuencia de la derrota de Pago Largo tres años antes, cuando los correntinos junto a Berón de Astrada murieron y fueron asesinados en el campo de batalla, porque no se tomaron rehenes.
La batalla de Caá Guazú, en cuanto a estrategia, fue estudiada y tomada de modelo por la Academia Militar norteamericana de West Point y las fuerzas armadas de algunos países de Europa, donde se estudian dos hechos sudamericanos de los miles que hubo. Uno es el Cruce de los Andes, realizado por el general José de San Martín, como modelo de planificación exacto, y el otro es la batalla de Caá Guazú.