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22 de febrero, 2023

La hermana del soldado chaqueño Eduardo Gómez, caído en combate durante la guerra de Malvinas, falleció esta mañana luego de una prolongada enfermedad con la que peleó hasta último momento.

Junto a su mamá Etelvina, durante más de una década se pusieron al hombro la tarea de reunir la voluntad de las familias del Chaco, Corrientes y del noreste argentina, para lograr recoger la sangre para que el Equipo de Antropología Forense de la República Argentina, pudiera llevar adelante el entrecruzamiento genético que permitiera recuperar la identificación de los cuerpos yacentes en las 123 tumbas sin nombre en el cementerio militar de Darwin.

Maltratada y ninguneada por los poderes políticos de turno, Norma Gómez denuncio de manera permanente el ocultamiento sobre la profanación de las tumbas originales, donde cayeron los soldados en batalla, ordenado por Margaret Thatcher y la tarea que en complimiento realizó el militar ingles Geoffrey Cardozo. Lo mismo que show mediático de apropiación de acción humanitaria, creado por el excombatiente Julio Aro, titular de la fundación No Me Olvides, a través de Infobae.

También confrontó fuertemente con la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur creada por sectores castrenses defensores de la última dictadora, hasta que se alejó de la entidad; ante la negativa de su presidenta María Fernanda Araujo de la participación de los organismos de derechos humanos que apoyaban la búsqueda y le dieron entidad internacional a la búsqueda. “Quieren hacer un festival de huesos”, se la escuchó decir a Araujo.

En 2011, el abogado Alejo Ramos Padilla ofreció representar a la familia en la Justicia para que el cuerpo de Eduardo y los otros 122 soldados enterrados hasta entonces como NN pudieran ser identificados. La madre aceptó y Norma empezó a recorrer el país en encuentros con familiares de otros ex combatientes. Al final, un grupo de familias presentó un recurso de amparo aceptado por el juez Julián Ercolini, mientras la ex presidenta Cristina Fernández solicitaba la mediación de la Cruz Roja ante el gobierno inglés.

“Años después me llamaron, me dijeron que habían identificado a Eduardo, y pregunté si estaba entero”, contaba Norma Gómez. “No recuerdo la respuesta, no recuerdo nada más, solo que fui hasta el edificio de la ex ESMA con mi abogado”. Su madre ya había muerto.

Norma Gómez viajó a Malvinas junto a su hermano mayor y 88 familias. Ahí sí, había una lápida con el nombre de Eduardo. De los 123 cuerpos enterrados como NN, 119 fueron identificados gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Consciente de su estado de salud, siguió trabajando hasta último momento para que se complete el proceso de identificación.

Murió en la pobreza y sin poder obtener su recategorización en el hospital de Roque Sáenz Peña donde trabajaba. Tampoco obtuvo el cargo que le había prometido el Secretario de Malvinas Guillermo Carmona, a fines de 2021; para seguir llevando adelante la formidable tarea por la identificación de los soldados y en defensa de los derechos soberanos argentinos sobre las islas.

fuente: Agenda Malvinas

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