Compartir

24 de febrero, 2023

Es la segunda vez que; Federico Sebastián Marín, alias Morenita, uno de los capos narco de Itatí, Corrientes, logra esfumarse.

Pero, esta vez, su desaparición abre dudas. Es que el hombre de 34 años, condenado por narcotráfico, habría huido de su propia casa, porque desde noviembre gozaba de la detención domiciliaria, y además, estaba bajo el régimen de protección de testigos, ya que el testimonio que prestó en las dos causas en las que declaró involucró a funcionarios, jueces, policías federales y provinciales, y gendarmes.

Morenita vivía reubicado en un lugar secreto de la Provincia de Buenos Aires con su mujer con otra identidad y sus cinco hijos. Como estaba detenido en su nuevo domicilio, también tenía una tobillera electrónica, que controlaba si violaba el radio donde debía permanecer para cumplir con la condena. Por eso, investigadores judiciales dudan de la fuga de Marín, porque él mismo estuvo durante más de dos años solicitando que le otorgaran la prisión domiciliaria, algo que le concedieron en noviembre pasado. Hasta ese momento estuvo preso en el penal de Marcos Paz. Parece fuera de toda lógica que cuatro meses después se escape, señalaron fuentes de la investigación.

El lunes pasado Marín fue a un hospital del conurbano bonaerense a atenderse por un cuadro de hemorroides. Ese mismo día volvió a su casa, después de que le advirtieran que había violado la prisión domiciliaria. Expuso, según las fuentes, que había ido a una consulta con un médico por un sangrado. Al otro día hizo lo mismo. Se fue al hospital a atenderse por el mismo problema de salud, pero esta vez no regresó a su casa.

Una de las hipótesis es que Morenita decidió fugarse otra vez. Ante esta situación, el Tribunal Oral Federal Nº3 ordenó la captura nacional e internacional de Marín. También se solicitó a Interpol que inicie una búsqueda del supuesto prófugo.

En octubre de 2021, Marín fue condenado a ocho años de prisión como organizador de diversas maniobras de narcotráfico. Tenía su base logística en la localidad correntina de Itatí, puerta de entrada de la marihuana paraguaya y punto desde el cual era distribuida a, al menos, siete provincias argentinas.

El caso desató un escándalo en la provincia de Corrientes porque en el marco de la investigación, en marzo de 2017, fueron detenidos el intendente y el viceintendente de Itatí, Natividad «Roger» Terán y Fabio Aquino, respectivamente. Esos funcionarios políticos, junto con policías correntinos que daban protección a la banda, recibieron sentencias en un expediente que se movió en forma paralela a esta causa.

Uno de esos episodios fue el contrabando de 387,5 kilogramos de marihuana detectado por la Prefectura Naval Argentina (PNA) el 10 de septiembre de 2018 en la costa del río Paraná, sobre la localidad correntina de Paso de la Patria.

Además, Marín reconoció su participación en el traslado de otros 410,5 kilogramos de marihuana hallados en la ruta nacional 12, también en cercanías de Paso de la Patria, el 14 de septiembre de 2018, en un utilitario Fiat Doblo abandonado tras una persecución de la PNA; el vehículo tenía orden de secuestro por haber sido denunciado como robado.

Morenita Marín fue perseguido desde que se desató el escándalo en Itatí, en 2016, pero logró mantenerse prófugo hasta octubre de 2018, momento en que fue detenido por la Gendarmería. Ese narco que figuraba en la lista de los hombres más buscados en la Argentina no se había alejado demasiado de la zona en la que tenía consolidado un poder en las sombras. Fue capturado, finalmente, en Itatí cuando visitaba a su esposa e hijos.

fuente: radio Dos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *